martes, 25 de septiembre de 2012

CRIANZA Positiva.



Ideas para generan la motivación interna = AUTOMOTIVACIÓN: 

Enseñarles el valor de su cooperación "Gracias, me has ayudado un montón" 

Valorar su esfuerzo "Lo lograste" Confiando en ellos "Confío en tu capacidad" 

Estableciendo metas y estrategias para lograr los objetivos "¿Cuál es tu plan? ¿Cómo lo vas a hacer? 

Reconociendo hechos concretos "te has dado cuento cómo ayudaste a tu compañero?" 

Identificando y señalando sus capacidades "eres bueno en el deporte" 

Enseñarle a aprender de los errores "¿qué aprendiste de esta experiencia?" 

Evitar compararlo "Eres el mejor de tu equipo" en vez de eso decimos "mira cómo has colaborado con tu equipo". 

Actuando como un espejo "mira cuánto has avanzado".

Y sobre todo, no son las palabras las que educan, sino tus acciones, no puedes pretender que tu hijo no beba, no fume, no grite... cuando toda su vida ha visto como bebes todos los dias, como fumas todos los dias o como gritas todos los días...


viernes, 21 de septiembre de 2012

Me parece mucho mas divertido pintar las paredes de mi casa con mis hijos que contratar un pintor que me lo haga.

Recuerda que es mejor hacer lo que quieres, aunque esté mal visto, que hacer lo que los demás esperan de ti, haciendo lo que quieres, disfrutas, haciendo lo que esperan que hagas, tu disfrute es ilusorio. 

No llenes tu vida de cosas, acumula experiencias, es mejor tomar unas cervezas con un amig@ que ir a casa a limpiar, poner una lavadora, colgar la ropa, hacer la comida para mañana; porque aunque dejes de hacer cualquiera de estas cosas, tu casa no tiene porque estar sucia, no creo que se te acabe la ropa sino la lavas un dia, y comer, vas a comer igual; pero unas risas, una conversacion, un abrazo, compartir la alegria y tambien, porque no, las tristezas de un amig@, llena tu vida, le da sentido.

Si te gusta leer, lee; y si te gusta pintar los libros, hazlo; si te apetece abrazar a alguien, porque tienes que dejar de hacerlo??? quiero verte, pues te llamo, que no te importe lo que piensen los demás de tus actos, porque mientras los hagas de corazón, acabarán comprendiendote. 

Me parece mucho mas divertido pintar las paredes de mi casa con mis hijos que contratar un pintor que me lo haga.

Si tienes niños, deja que se ensucien, que pinten su habitacion, que manchen la cocina porque preparan su desayuno, que mojen el suelo porque les apetece fregar lo que han manchado, déjalos jugar; si pinta bien, no le busques un profesor, para convertirlo en genio, déjalo que emborrone hojas y paredes hasta que quiera que alguien le enseñe a hacer mas, déjalos decidir cuando tienen que pedir su comida, su bebida, déjalos que eligan sus cosas en el super, no creas que porque mas cosas haces con ellos, son mas felices, a veces, con el simple hecho de jugar a peleas y cosquillas en la cama durante media hora, hasta que ellos no quieran mas, son mas felices, de lo que jamás hubieras imaginado. 

Déjalos decir la verdad, no les enseñes a mentir como nosotros, los adultos, no tiene que importar que un niño diga que alguien es gordo, viejo, bajo.....lo único que importa es que sepa que es una persona como él y como tú, y que por eso debe respetarla.

Enséñale que es muchísimo mejor dar un abrazo, un beso, una caricia, una sonrisa que un empujón, una bofetada, un grito; y lo más sorprendente, es que para enseñárselo, no necesitas hacer nada mas, que eso mismo, darle muchos abrazos, muchos besos, muchas caricias, muchas sonrisas; y ellos mismos lo harán, es así de fácil.

Escúchale cuando te hable, porque para él lo que te está contando, es una de las cosas más importantes que le han pasado en su corta vida, no les digas lo que tienen que pensar, déjalos que piensen por si mismos. 

Si quieren leer, que lean; si quieren dibujar, que pinten; si quieren tirar todos los juguetes de los cajones, que lo hagan; si quieren jugar a la pelota en casa, porque no pueden hacerlo???, no cierres las puertas de tu casa, tenlas siempre abiertas. Que sean ellos los que decidan lo que quieren hacer, y no tú el que les obligues a que hagan lo que tú crees que quieren hacer. 

Son capaces de estar en la luna, de imaginar un angel meando cuando llueve, de creer que un gordo rojo con barba blanca reparte millones de regalos en una sola noche y así miles de cosas, con las que disfrutan, y que poco a poco intentamos arrebatarselas a golpe de coherencia de adultos, porque con 5 años salte en la cama no quiere decir que lo vaya a hacer toda su vida, y si lo hace, que??? cual es el problema??? si es feliz.

Quizás por eso me pongo en la cabeza una sandía, una calabaza, unas zanahorias.....pero digan lo que digan, ellos y yo somos felices.

martes, 18 de septiembre de 2012

Ocho Hechos sobre el sueño de los niños que todos los padres deberían conocer.


1. Ocho Hechos sobre el sueño de los niños que todos los padres deberían conocer. 

Para entender mejor las formas de hacer que tu hijo quiera ir a dormirse y mantenerse dormido, he aquí algunos principios importantes sobre el sueño que todos los padres deberían entender. 



1.1. Como duerme usted.


Después de vestirse o desvestirse para ir a la cama, la mayoría de los adultos se ayudan a si mismos a relajarse para el sueño, mediante varios rituales: leer, escuchar música, ver TV o teniendo sexo. (NOTA: supongo que se refiere a los que no tienen hijos, porque los que los tenemos no tenemos rituales, entramos en coma, y tenemos poco sexo en general). A medida que usted cae dormido, sus centros cerebrales superiores comienzan a descansar, permitiéndole entrar en una fase de sueño profundo llamada fase NO- REM (REM = movimientos oculares rápidos). Su cuerpo y mente están relajados durante este periodo de sueño, su cuerpo está quieto, su respiración es pausada y regular, sus músculos están flojos. Después de aproximadamente una hora y media en este estado de sueño, su cerebro comienza a despertar y trabajar, lo que le saca a usted del sueño profundo, y pasa a una fase de sueño ligero o activo, llamado sueño REM (movimientos oculares rápidos). Durante esta fase, sus ojos se mueven bajo los párpados, mientras su cerebro trabaja. Usted sueña, se da vueltas y puede incluso colocar las mantas, sin despertarse por completo. Es durante esta fase cuando usted puede despertarse por completo para, por ejemplo, ir al baño, y luego volver a la cama y volver a dormirse. Estos ciclos se alternan cada dos horas a lo largo de la noche, de forma que un adulto medio duerme unas 6 horas en sueño profundo y 2 en sueño ligero a lo largo de la noche. (NOTA: para completar la información os diré que en los primeros ciclos predomina el sueño profundo y a medida que pasa la noche se hace más largas las fases de sueño ligero). Por tanto, usted no duerme profundamente toda la noche, aunque le pueda parecer que lo hace. 


1.2 Como entran los niños en el sueño.


Está usted acunando, paseando o dando el pecho a su bebé, y sus párpados comienzan a cerrarse, y su cuerpo a relajarse en sus brazos. Sus ojos se cierran por completo, pero sus párpados continúan teniendo pequeñas contracciones y su respiración es irregular. Sus manos están flexionadas y puede que haga algunos gestos involuntarios con la cara, llamadas “muecas del sueño”. Puede incluso continuar succionando de forma parecida a un “aleteo”. Justo en el momento en que usted se flexiona para depositar a su bebé “dormido” en la cuna, para intentar salir silenciosamente de la habitación, se despierta y llora. Esto es así porque no estaba completamente dormido. Estaba aún en fase de sueño ligero cuando le puso en la cuna. Ahora pruebe a dormir a su hijo como lo haga habitualmente, pero hágalo durante un tiempo más largo (aproximadamente 20 minutos). Usted se dará cuenta que las muecas desaparecen, y la respiración del bebé se vuelve pausada y profunda, y sus músculos se relajan por completo: sus manos se abren, sus brazos y hombros cuelgan pesados: señales de sueño profundo. El niño está ahora en una fase de sueño profundo, permitiendo que usted pueda posarlo, respirando con satisfacción, porque el bebé ya está dormido.


Primera lección de “ser padres por la noche”: los bebés necesitan que se les duerma, no solamente que se les deje para que se duerman. Algunos bebés pueden ser dejados somnolientos y se dormirán solos, otros necesitan que sus padres les ayuden a dormirse. 

La razón es que, mientras los adultos entramos directamente en la fase de sueño profundo, los niños en los primeros meses entran primero en una fase de sueño superficial. Y tras 20 minutos o más, gradualmente entran en fase de sueño profundo, del cual ya no es tan fácil despertarles. Como probablemente sabrá por experiencia, si usted trata de poner apresuradamente a su hijo en la cama durante este periodo inicial de sueño ligero, habitualmente se despiertan. Con algunos meses más algunos bebés entran con más rapidez en la fase de sueño profundo. Aprenda a reconocer las fases de sueño de su hijo. Espere a que esté profundamente dormido antes de cambiarlo de ubicación. 


1.3 Los ciclos de sueño de los bebés son más cortos que los suyos.


Permanezca “adorando” a su bebé dormido y observe su sueño. Alrededor de una hora después de haberse ido a dormir, comienza a estirarse y moverse. Sus párpados aletean, hace muecas, respira de forma irregular y los músculos se tensan. Está volviendo a entrar en una fase de sueño ligero. El tiempo de pasar del sueño profundo al ligero es un periodo vulnerable del sueño, en el que muchos bebés se despiertan si alguna circunstancia les preocupa o incomoda (como el hambre). Si el bebé no se despierta, pasará por esta fase de sueño ligero durante los siguientes 10 minutos y posteriormente entrará de nuevo en el sueño profundo. Los ciclos de sueño de los adultos duran una media de 90 minutos, los de los niños son más cortos (50-60 minutos) así que tienen un periodo de sueño vulnerable cada hora o menos. Si cuando el bebé está en esta fase usted deposita una mano consoladora en su espalda o canta una nana suave, o si el la siente próxima a el porque duerme con usted, pasará este periodo sin despertarse. 


Segunda lección de “ser padres por la noche”: algunos bebés necesitan que les ayuden para volverse a dormir. 

Hay algunos niños que pueden pasar este periodo sin despertarse, y que, si se despiertan, pueden relajarse a si mismos para volverse a dormir. Otros necesitan una mano amiga, voz o pecho para entrar de nuevo en el sueño profundo. De estos simples hechos sobre el sueño, se deduce que uno de los objetivos de los padres por la noche es crear un entrono para dormir que ayude al bebé a pasar estos periodos vulnerables sin despertarse, para que entre de nuevo en la fase de sueño profundo. 


1.4 Los bebés no duermen tan profundamente como usted.


No solamente les lleva más tiempo dormirse y tienen periodos de sueño vulnerable con más frecuencia, sino que además, el sueño ligero dura el doble que el de un adulto. A primera vista esto no parece honrado para los padres cansados de cuidar al niño todo el día. Pero si consideramos el principio de desarrollo que dice que los bebes duermen (o no) de la forma en que lo hacen por una razón vital, puede sernos más fácil entender las necesidades de sueño de su hijo, y desarrollar una forma de ser padres por la noche que ayude, en lugar de dañar los ritmos naturales de sueño de su hijo. Por esto estoy en contra de los “entrenadores de sueño”, que anuncian una variedad de técnicas diseñadas para que el bebé duerma toda la noche, a un precio, y con un riesgo. 


1.5 Los despertares nocturnos tienen beneficios para la supervivencia.

En los primeros meses, las necesidades de los bebés son las más altas, y su capacidad de comunicación la más baja. Suponga que un bebé durmiera profundamente durante la mayor parte del tiempo. Algunas de sus necesidades básicas quedarían descubiertas. Los bebés pequeños tienen estómagos pequeños, y la leche materna se digiere con rapidez. Si el estímulo del hambre no le despertara con facilidad, no sería bueno para su supervivencia. Si la nariz del bebé estuviera obstruida y no pudiera respirar, o tuviera frío o necesitara calor y su estado de sueño fuese profundo de forma que no pudiera comunicar sus necesidades, su supervivencia estaría comprometida. 


Una cosa que hemos aprendido en nuestra práctica como pediatras es que los bebés hacen lo que hacen porque están diseñados así. En el caso del sueño de los niños, las investigaciones sugieren que el sueño activo protege a los bebés. Suponga que su bebé durmiera igual que un adulto, es decir, predominantemente con sueño profundo. Suena maravilloso. Para usted, puede, pero no para un bebé. Suponga que el bebé tiene necesidad de calor, comida o tiene obstruida la vía aérea, y que el sueño es tan profundo que no le permite actuar para corregir estos problemas. Su bienestar estaría en peligro. Aparentemente los bebés vienen configurados con unos patrones de sueño que les permiten despertarse en respuesta a circunstancias que afectan a su bienestar. Creemos, y los investigadores lo confirman que las frecuentes fases de sueño REM (activo) sirven a intereses psicológicos de los bebés en los primeros meses, cuando su bienestar está más amenazado. 



Tercera lección de “ser padres por la noche”: intentar que un bebé duerma demasiado profundamente demasiado pronto puede no ser lo mejor en términos de desarrollo del bebé. Por esto, los nuevos padres vulnerables a los “entrenadores de sueño” no deberían sentirse presionados para hacer que sus bebés duerman demasiado profundamente demasiado pronto. 



1.6 Los despertares nocturnos son beneficiosos para el desarrollo.


Los investigadores del sueño creen que los bebés duermen más “inteligentemente” que los adultos. Teorizan que el sueño ligero ayuda al cerebro a desarrollarse, ya que ese cerebro no descansa durante el sueño REM. De hecho el flujo sanguíneo al cerebro casi es el doble durante las fases REM. Este incremento de flujo es particularmente evidente en las áreas cerebrales que controlan automáticamente la respiración). Durante el sueño REM el cuerpo incrementa la síntesis de ciertas proteínas de los nervios, los bloques de construcción del cerebro. También se cree que el aprendizaje ocurre durante las fases activas del sueño. El cerebro puede usar este tiempo para procesar la información adquirida mientras estamos despiertos, guardando aquello que es útil y descartando lo que no lo es. Algunos investigadores del sueño, creen que el sueño REM actúa autoestimulando el cerebro en desarrollo, proveyendo imágenes beneficiosas que promocionan el desarrollo mental. Durante esta fase de sueño ligero, los centros superiores del cerebro se mantienen operativos, mientras que en el sueño profundo estos están en silencio. Es posible que durante esta etapa de crecimiento cerebral rápido (los cerebros de los bebés alcanzan el 70% del tamaño adulto durante los primeros dos años) el cerebro necesite continuar funcionando durante el sueño para desarrollarse. Es interesante anotar que los bebés prematuros pasan el 90% de sus horas de sueño en sueño REM, posiblemente para acelerar el crecimiento cerebral. Como puede ver, el periodo de la vida en el que los humanos duermen más y en el que el cerebro se desarrolla más rápidamente, es también cuando más sueño activo se tiene. 

1.7 Mientras crecen, los bebés alcanzan la madurez en el sueño.


“Vale”, dirá usted, “entiendo este diseño en desarrollo, pero ¿Cuándo dormirá mi bebé toda la noche?”. La edad a la que los bebés se asientan (es decir: se van a dormir con facilidad y permanecen dormidos) varía ampliamente de unos niños a otros. En los primeros tres meses, los bebés pequeñitos rara vez duermen más de 4 horas seguidas, sin necesitar alimento. Los bebés pequeños tienen estómagos pequeños. Suelen dormir un total de 14-18 horas al día. Desde los 3 a los 6 meses muchos bebés comienzan a establecerse: están más despiertos por el día y algunos pueden dormir periodos de 5 horas. Es esperable en este periodo uno o dos despertares nocturnos. También observará en este periodo que las fases de sueño profundo se alargan. Los periodos vulnerables para los despertares nocturnos disminuyen y los bebés entran en el sueño profundo más rápidamente. Esto se llama maduración del sueño. 


Lección 4 de “ser padres por la noche”: un hecho importante a recordar es que los hábitos de sueño de su bebé son más un reflejo de su temperamento (del bebé) que del estilo de crianza que halla elegido. Mantenga en su mente que otros padres habitualmente exageran lo que duermen sus hijos, como si eso fuera una marca de buena paternidad, que no lo es. No es su culpa que el bebé se despierte. 



1.8 Bebés que continúan despertándose 


Cuando los bebes maduran a estos patrones similares al adulto de sueño, varía de unos a otros. De forma que mientras la mayoría de bebés alcanza esta madurez en algún momento durante la segunda mitad del primer año, muchos continúan despertándose. ¿La razón? estímulos dolorosos como catarros, erupción de los dientes se hacen más frecuentes. Adquisición de hitos del desarrollo como sentarse, gatear y caminar puede llevar a los bebés a practicar estas habilidades durante la noche. Después entre el año y los dos años, cuando el bebé comienza a superar estos estímulos, comienzan otras causas como la angustia de separación y las pesadillas. 


De todas formas, aunque comprenda la razón por la cual los bebés son propensos a despertarse, se da cuenta que sigue siendo importante para los padres y los bebés tener un sueño reparador por las noches, de otro modo, el bebé, los padres y su relación no irán bien. 


lunes, 17 de septiembre de 2012

¿Qué es aprender? Por MARINA ESCALONA


El primer paso en el camino del cambio hacia una nueva y mejor educación debería ser revisar entendemos por aprender. Aprender es hacer algo nuestro, que pase a formar parte de nosotros para siempre. Necesita de nuestra voluntad y deseo, de una dirección y elección personal y es, en el camino de este aprendizaje, en el que cada uno descubrimos nuestras capacidades y talentos. Perdura en nosotros en la medida que este descubrimiento del mundo implica a todo lo que somos (mente, emoción, cuerpo y espíritu). Aprender es ser humilde, acercarse a la realidad con cierta reverencia y ojos nuevos para amar lo que se mira, dispuestos a dejarnos atrapar por la grandeza de un nuevo hallazgo. Nos permite desarrollar habilidades, disciplinas y voluntades que nos harán, sin duda, mejores.
Desde esta perspectiva ¿Dejamos de aprender en algún momento de la vida? Y es mas ¿Es este el modelo de aprendizaje del sistema educativo actual? Khalil Gibran decía: “Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños”.
Creo que es aquí donde esta la clave, donde esta el cambio, pues no hemos mirado y escuchado a los niños con humildad para ver qué son y necesitan; no hemos visto el valor de su alegría y hemos pensado que aprender no podía ser divertido, tampoco la vida; no hemos visto el juego como un trabajo y hemos quitado la libertad de la búsqueda que es lo que, al fin y al cabo, es jugar; no hemos tenido en cuenta sus emociones que parecían ser siempre un aspecto secundario, sin saber que recordamos las cosas por cómo nos sentíamos al hacerlas; les hemos hablado de valores sin ser nosotros un ejemplo noble de los mismos; tampoco hemos contemplado los múltiples matices que nos distinguen a unos de otros y que se van perdiendo en pos de una uniformidad beneficiosa, ¿para quién?.
No hemos sabido mantener su imaginación viva, que es la base de la creatividad y nos hemos ido quedando vacíos de ideas y sueños; hemos despreciado su presencia y fascinación al observar cualquier “menudencia” y pasamos por la vida impermeables a tantos milagros cotidianos; no hemos visto su necesidad de tiempo y respeto y atropellamos la infancia con nuestras prisas; hemos llenado de contenido nuestras cabezas, dejando el resto de nosotros sin alimento, como si pudiéramos dividirnos en compartimentos estancos.
En definitiva hemos negado en este camino gran parte de la esencia del hombre, aplazando lo único importante, la felicidad. Pero ¿A quien le importa esto? Esto no es serio ¿verdad? La felicidad forma parte de los mundo de “Yupi” y de incautos que solo hablan de pájaros y flores.
Así que ahora no nos queda mas remedio que aprender y aprender todos, pero no solo un aprendizaje de datos, codos y repeticiones. Ahora nos queda pendiente un aprender mayúsculo, para estructurar y expresar lo que somos, para conectarnos con el mundo concreto y cercano que nos rodea, que nos lleve a un esfuerzo con sentido, a saber quien somos y qué podemos aportar al mundo desde la mejor versión de nosotros mismos, la versión única de cada ser humano.
Termino con otra cita de Cicerón: “Si quieres aprender, enseña.” Y esto sí que no necesita explicación pues, quien se ha puesto alguna vez a la noble tarea de enseñar algo con humildady con verdad, sabe que el aprendizaje, como todas las cosas valiosas de la vida, es una camino de ida… y vuelta.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Padres que quieren a sus hijos... Por Joan Garriga... en el blog Inteligencia Emocional y Social...


“Hijo, tú eres mucho más importante para mí que tu papá”. “Hija, tú eres mucho más valiosa en mi corazón que tu mamá”. “Hijo/a no quieras a tu padre, desprécialo como yo y sobre todo no seas como él”. “Hijo/a, no logro entender cómo pude querer a tu madre, pero sin duda tú me importas mucho, tú eres mejor que ella”.
Aunque no se digan abiertamente en las familias, estas y otras frases parecidas a veces son verdades interiores para los padres y nutren la atmósfera familiar de dinámicas fatales en la tríada relacional más importante que vivimos a lo largo de la vida: la tríada padre, madre e hijo.
Conviene tener presente, en primer lugar, que los hijos no atienden tanto a lo que los padres dicen sino a lo que los padres sienten y hacen: los hijos se hacen sensibles a su verdad. Entre otras cosas, porque la verdad de nuestros sentimientos puede ser negada o camuflada pero no puede ser eliminada, y por tanto actúa y se manifiesta en nuestro cuerpo. Nos constituye.
Importa, por tanto, que trabajemos con nuestra verdad y la transformemos si es menester y genera sufrimiento en nosotros o en nuestros hijos. Es obvio que ayuda el abstenerse de expresiones hirientes para con el otro progenitor delante de nuestros hijos, por muy enojados o cargados de razones que estemos. No obstante es un logro todavía mayor el trabajar en uno mismo para restaurar el amor y el respeto, y darle el mejor lugar al otro progenitor frente a nuestros hijos, incluso cuando se trata de una pareja infeliz o de una separación dolorosa y turbulenta. Recordemos que los hijos no se separan de los padres. Para ellos, los padres siguen juntos como padres. Los padres se separan como pareja (vivan juntos o no), pero no es posible separarse como padres.
En segundo lugar, conviene tener conciencia de que las vivencias y posiciones que tomamos en esta tríada fundacional con nuestros padres determinarán grandes consecuencias, favorables o desfavorables, en nuestra vida y en que vislumbremos unos horizontes afectivos felices o desdichados. Es clave para el futuro de los hijos que estén bien insertados en el amor de sus padres y que éstos logren amarse, al menos como padres de sus hijos, ya que en la mayoría de casos algún día del pasado se eligieron y se quisieron como pareja. Y los hijos llegaron después como fruto y consecuencia de esa elección.
Quizás no esté diciendo nada que no se sepa y, sin embargo, estas ideas que son de sentido común sorprenden por lo poco comunes que resultan en la realidad. De hecho, escribo sobre el amor entre padres e hijos después de regresar muy conmovido de mi último taller de constelaciones familiares. Siempre es impactante para mí observar los devastadores efectos emocionales que causa la inobservancia de una regla fundamental: los padres están primero frente a los hijos, y son más importantes que ellos. Además, tiene una gran importancia amar en el hijo al otro progenitor.
Me sorprendo una y otra vez al ver como los padres se dirigen y se orientan a los hijos por encima del otro padre. Y esta actitud, que puede parecer razonable en ocasiones –la desdicha suele llegar vestida con ropajes argumentales impecables pero exentos de amor-, no ayuda al hijo. Ellos no necesitan ser los más importantes; al contrario, necesitan sentir que la pareja del padre o la madre es más importante, y que los padres están juntos como pareja dándose una recíproca primacía frente a los hijos. Cuando un hijo es más importante que nadie para uno de los padres, no se le hace un regalo, sino que se le da una carga y sacrificio; no es abono, sino sequedad disfrazada de encantamiento. Los hijos no necesitan sentirse especiales ni tienen que ser el todo para los padres. Eso es demasiado.
Es frecuente que aquello que a un padre le falta de su pareja, o de sus propios padres, o aquello que le faltó en su familia de origen, o aquel sueño que no pudo cumplir, lo lleve a su hijo. Y que éste, por amor, acepte el reto. Al precio, claro está, de su libertad y de la plena fuerza para seguir su propio camino a su propia manera. Los hijos necesitan sentirse libres para cumplir su cometido en la vida. Y les va mejor cuando tienen el apoyo de sus padres y sus anteriores, y cuando se encuentran en orden con ellos. En cambio, sufren cuando uno de los padres desprecia al otro o ambos se desprecian mutuamente. Si los padres se desprecian, el hijo encuentra dificultades para no despreciarse a sí mismo y no parecerse a la peor versión diseñada por el padre o la madre sobre el otro progenitor.
Pensemos en hijos que casi tuvieron la función de pareja invisible de uno de los padres, o que significaron el todo para la madre o el padre, o que sintieron la prohibición de amar a un padre que cometió algún tipo de violencia o traición con la madre o viceversa… Tristemente, en constelaciones familiares es habitual identificar dinámicas y resultados fatales como enfermedades, delincuencia, violencia, pasotismo, dificultades en la pareja y mucho sufrimiento emocional. Pues, en lo profundo, un hijo no puede prescindir de amar a ambos padres y no deja de hacer acrobacias emocionales para ser leal a ambos, incluso imitando su mal comportamiento, o su alcoholismo, o sus fracasos y desatinos, etc.
“Hijo, en ti sigo queriendo a tu padre/madre, en ti sigo viéndolo y respetándolo a él”. “Hija tú eres el fruto de mi amor y mi historia con tu padre/madre y lo vivo como regalo y bendición”. “Hijo, respeto lo que vives y como es con tu otro padre/madre”. “Hija, yo solo soy el padre/madre, más es demasiado”. Estas son frases que apuntan al bienestar y el regocijo en los hijos. ¿Qué ayuda, pues? Que los hijos reciban uno de los mayores regalos posibles en su corazón: ser queridos tal como son y muy especialmente que en ellos se quiera a su otro progenitor, porque así se sienten completamente amados, ya que en fondo el hijo no deja de sentir que de alguna forma también es sus padres. Ambos.
Joan Garriga


lunes, 10 de septiembre de 2012

La violencia verbal hacia los niños.


La violencia se caracteriza de diferentes formas, no solamente con golpes, sino también con palabras. "Sos tonto", "Sos un inútil...", se escuchan cotidianamente en nuestra sociedad de parte de personas
  adultas que tratan así de controlar o corregir a sus hijos. Sin embargo, es una forma de violencia, igual que los golpes, explican los expertos. 

Las palabras también significan violencia: "Sos tonto", "no te da la cabeza", "sos un inútil", "no parecés hijo mío", "ya estás grande, estúpido". Son expresiones descalificantes que se escuchan (quizás) cotidianamente en todos los niveles sociales (marginales, medios y altos) de parte de las personas adultas que tratan, de esta manera, de controlar o corregir a sus hijos.

El psicólogo Lic Mario Torres, especialista en niñez, dice que "con la palabra designamos lo correcto de lo incorrecto, lo bello de lo feo, lo legal, el bienestar o el malestar, se conjuga la construcción y sostenimiento del sentido a la vida". 

"Estas palabras que vienen de afuera construyen la intimidad de la persona. Dependiendo de este flujo de palabras que vienen desde la época primera del entorno familiar, con la fuerza de hacerle sentir al bebé bueno y fuerte, imprescindible a los afectos de su familia. Este amor vivido y expresado en las diversas formas de la comunicación se evidencia con transparencia a través de los mensajes y las palabras: estamos hechos de palabras. Si predominan las palabras negativas, subestimantes y descalificantes es muy probable que la persona vaya construyendo esa imagen vivida como realidad que el mensaje comunica al receptor", explicó el Lic Mario Torres. 

El maltrato verbal, una actitud de las personas adultas 

El psicólogo afirma que cuando más pequeña es la persona, niños púberes y adolescentes, el impacto paralizante de la palabra descalificante es mayor, por ser lo mismos aún frágiles, vulnerables, dependiendo de la franja de la edad para que el impacto sea más violento. 

"Es fundamental que las familias, los educadores, las instituciones dedicadas a la formación de niños y adolescentes consideren de manera fundamental que los golpes de las palabras pueden crear personas con niveles de desvalorización con fuertes marcas, que dificultan el adecuado desarrollo sicológico de la persona. Hay que considerar el contenido penoso que se va a emitir a un niño", sostiene Torres.

Leiro manifiesta que el maltrato verbal no es otra cosa más que una forma diferente de agresión, que lamentablemente se da en todas las clases sociales, en todos los estratos, de diferentes formas. "Es una forma de agresión porque supone la degradación de la otra persona y la imposición de autoridad de la persona que agrede a través de palabras, gestos u omisiones. 

El maltrato verbal se da sobre todo cuando una de las partes presenta características de sumisión, inseguridad, baja autoestima, o está imposibilitada de hacerle frente al agresor, como en el caso de los menores de edad". 

"Como en muchas otras problemáticas, los modelos agresivos (físicos y verbales) están continuamente presentes en nuestra sociedad; desde lo que vemos en nuestra propia casa hasta los anuncios televisivos, los modelos sexistas y, por supuesto, los modelos sociales".

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Evitemos el pensamiento único.

Somos diferentes...

...deja que los niños piensen.



y NO!!!! que hagan, digan y piensen lo que tú crees, porque dependiendo del punto de vista de cualquier otra persona, quizás estés equivocado...

...parafraseando el dibujo...

...Qué es mejor???

 un círculo, un cuadrado, un rectángulo, un rombo, un triángulo????  

Todos son necesarios, ninguna figura geométrica es verdadera y las demás son falsas, con lo cual, ningún "pensamiento" posee la verdad absoluta...

...en la diversidad está el futuro.

EVITEMOS EL PENSAMIENTO ÚNICO.